¿Qué ha podido ocurrir en España para que cientos de miles de ciudadanos sean calificados de radicales y antisistema por reclamar: pan, trabajo y justicia? ¿Qué les sucede a los periodistas que son incapaces de comprender estas demandas y repiten como un mantra las consabidas consignas que culpabilizan a las víctimas? ¿Ustedes entienden que un sistema social encarcele a quien ha sufrido un robo, sancione al que ha sido violado, y penalice al que ha sido atropellado,...?
Quizá necesitemos, en el día del fallecimiento de Adolfo Suárez, políticos capaces de romper con la fidelidad a un régimen agotado y explorar nuevas fórmulas capaces de incluir a los expulsados durante la última década.
Seguramente no tengamos en nómina a políticos o líderes que tengan el valor de nadar contracorriente, por eso tenemos que ser nosotros, con nuestros recursos los que saliendo a la calle nos visibilizamos y gritamos juntos, que también somos España, que también somos Europa, que formamos parte de una sociedad que nos niega el pan y la sal...y que encima nos incrimina.
No sé si son conscientes de que la paciencia se termina, que las oportunidades pasan, y que si no nos abren las puertas y nos permiten participar de las libertades, derechos de los demás españoles o europeos, del pedazo de tarta que nos corresponde, perderemos la confianza en una élite de poder que hasta el momento nos ha dado la espalda.
Seguramente no tengamos en nómina a políticos o líderes que tengan el valor de nadar contracorriente, por eso tenemos que ser nosotros, con nuestros recursos los que saliendo a la calle nos visibilizamos y gritamos juntos, que también somos España, que también somos Europa, que formamos parte de una sociedad que nos niega el pan y la sal...y que encima nos incrimina.
No sé si son conscientes de que la paciencia se termina, que las oportunidades pasan, y que si no nos abren las puertas y nos permiten participar de las libertades, derechos de los demás españoles o europeos, del pedazo de tarta que nos corresponde, perderemos la confianza en una élite de poder que hasta el momento nos ha dado la espalda.
Queremos ser ciudadanos. Queremos tener las mismas oportunidades para vivir en esta tierra que es de todos. Queremos que la justicia sea igual para cada uno. Queremos que no nos echen de nuestras casas. Queremos tener la oportunidad de desempeñar un trabajo digno.
¿Es tan difícil de entender? No permitiremos que nos sacrifiquen como a Isaac por su propio padre Abraham en el altar del neoliberalismo económico y el neoconservadurismo moral.
Reprobamos la violencia, queremos ser ciudadanos libres en un país que garantice la igualdad de oportunidades, independientemente del apellido, de las amistades o de los favores debidos.
Tenemos la esperanza de contar con nosotros mismos y nuestra capacidad para transformar una sociedad atenazada por mediocres corporativos que compran el poder político y el poder mediático con dinero y un falso status. Os lo recordamos: cada vez somos más, lo tenemos más claro y estamos más unidos. Y sabemos quiénes sois cada uno de vosotros y vuestros voceros, tanto en los medios de comunicación, como en la política. No lo olvidéis. Aún tenéis tiempo para reaccionar, mañana puede que sea tarde.....será vuestra responsabilidad.